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¿Cómo llegan las corridas de toros a El Seibo?

  • Las corridas de toros en El Seibo inician a partir del día 4 de mayo.

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Andreina Chalas

Foto fuente externa 


En las entrañas de la provincia de El Seibo, se respira el aire denso de la tradición entrelazada con la emoción y la polémica. Cada mayo, las calles adoquinadas cobran vida con las vibrantes festividades patronales, donde el fulcro de la atención se centra en las ancestrales corridas de toros, legado arraigado de la España colonial desde el siglo XVIII.

El historiador cultural seibano, José Rijo, arroja luz sobre este icónico evento, afirmando que "la lidia de toros se erige como la joya de la corona de nuestras festividades, atrayendo tanto a lugareños como a visitantes nacionales e internacionales".

Los primeros capítulos de esta historia taurina se escribieron en los que es hoy el recinto del play Temistocles Zorrilla, en el corazón del sector La Manicera. Sin embargo, el tiempo y la evolución han visto cómo el escenario se trasladaba, migrando hacia la carretera de salida hacia La Romana, el enclave de El Rincón, hasta encontrar su hogar actual en la imponente barrera erigida en Las Quinientas.

 

Sobre el trato dispensado a los nobles animales, Rijo aclara que "aquí no se profana ni tortura al toro, como en otros confines, sino que los toreros desafían al astado, extrayéndole su bravura hasta que, exhausto, se retira del ruedo".

En cuanto a la logística y los proveedores de estos colosos, Rijo revela que "los toros son gentileza de la empresa Central Romana, mientras que la coordinación recae en los hombros de la Hermandad de Fervorosos de la Santísima Cruz".

Comercialización 

Sin embargo, la comercialización ha manchado el cariz tradicional de estas fiestas. Rijo lamenta que "aunque antaño fueran de acceso gratuito por su carácter cultural, hoy en día se han convertido en un negocio, con la instalación de gradas alrededor del recinto, cobrando hasta mil pesos por asiento". Esta mercantilización ha avivado las brasas del descontento entre los habitantes, quienes claman por un acceso equitativo. Rijo propone la creación de áreas reservadas para aquellos de bolsillos menos abultados, permitiéndoles saborear la experiencia sin desangrar sus bolsillos.

Sobre la dinámica de las corridas, Rijo enfatiza que "los primeros astados son destinados a los maestros del toreo, mientras que los dos últimos son reservados para jóvenes inexpertos ávidos de gloria". Subraya la valentía de estos novatos, que, desprovistos de armaduras, desafían a las bestias, a riesgo de su integridad física.
Concluyendo, Rijo anhela que la próxima construcción de la Plaza Taurina eleve el estándar de comodidad y establezca precios más asequibles, democratizando así el acceso a tan arraigada tradición. Las corridas, epicentro de las festividades, se desarrollarán del 4 al 11 de mayo a las 4:00 de la tarde.